El Ballet Nacional de España ofreció la semana pasada tres funciones en el Palau de les Arts Reina Sofía de su espectáculo ‘Ángeles Caídos’ y ‘Suite Sevilla’. La compañía, actualmente dirigida por el joven bailarín y coreógrafo Antonio Najarro, presentó al público valenciano estas dos nuevas creaciones incluidas dentro de la programación del V Festival del Mediterrani. El bailaor valenciano Javier Latorre, el sevillano Rubén Olmo, la increíble Olga Pericet o la bailarina malagueña son algunos de los artistas que han intervenido en la coreografía de este espectáculo del BNE.
‘Ángeles caídos’ es, sin duda alguna, el gran reto de la compañía. Una representación mística de la eterna lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, de «aquellos ángeles expulsados del paraíso y confinados a vivir en cautividad», según señala Hansel Cereza, creador y director escénico de la obra. Cautivos con la humanidad fue el primer número de esta parte. Los bailarines de la compañía, las chicas vestidas de blanco y los chicos de negro, dieron vida con sus movimientos a un reducido grupo de ángeles que, abandonando a una inmortal humanidad, liberan así «sus atormentadas conciencias». A continuación, se representaría una de las piezas más sorprendentes de ‘Ángeles Caídos’: El equilibrio del bien y del mal, una simbiosis liberadora. El título describe a la perfección el sentido del mismo. Dos excelentes bailarinas, una vestida de blanco y la otra de negro, ejecutaron la arriesgada interpretación que supone dar vida a la rivalidad entre el pacífico y afable mundo del bien y el tormentoso y caótico mundo del mal. La mejor pieza de todas.
Foto: lesarts.com
‘Suite flamenca’, por otro lado, aportó el color y el dinamismo carentes durante la primera parte. La partitura de Rafael Riqueni aportó «aromas, tradiciones, añoranza y nostalgia». En ella coincidieron la música de la Orquesta de la Comunitat Valenciana con el sonido característico de las guitarras flamencas. En esta parte, Antonio Najarro quiso combinar -de la forma más personal posible- los estilos tradicionales de la Danza Clásica Española con las últimas tendencias vanguardistas. Dos fueron las piezas que más llamaron la atención entre los espectadores: Bailaor, donde destacamos la increíble coordinación de los ocho bailarines sobre escena, y Maestranza, una pieza innovadora donde un bailarín, vestido de torero, y una bailarina, ataviada con un traje negro ajustado, simbolizaron la tradición taurina española.
Foto: lesarts.com
El Ballet Nacional de España fue fundado en 1978 bajo la dirección artística del gran maestro Gades. Hoy por hoy, es toda una apuesta del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Música (INAEM) para dar a conocer el arte de la Danza Española más allá de nuestras fronteras y, en definitiva, para proyectar nuestra cultura a nivel internacional.
Fuente: http://balletnacional.mcu.es/
¡Hasta pronto, Musicanceros!
Raquel Hernández
artmusicanza2 